Es decir, que el actual pantalón de la selección es de herencia claramente franquista. Si echas un vistazo a la camiseta de visitante de los Wolves, es imposible no pensar en la equipación de la selección portuguesa. Los éxitos del club rojiblanco conviertieron a la segunda camiseta en un símbolo de lo mejor de la época del ‘cholismo’. Esta pequeña pero poderosa pieza de magnesio protege tu teléfono móvil del golpe que se suele dar en el salpicadero del coche.