Según una encuesta del CIS realizada en 2007, era el 11.º equipo que más aficionados poseía en España. En cuanto se hizo pública la decisión, comenzaron a escucharse bromas acerca de que era un guiño al origen barcelonista y al estilo de juego impuesto por el entrenador del equipo muniqués, Pep Guardiola, que llegó a admitir que le gustaba mucho el diseño porque le recordaba a su club de toda la vida.