En su intrascendente último partido, el combinado nacional se impuso a Australia por 0-3 (goles de Villa, Torres y Mata) y logró así evitar el dudoso honor de ser el peor equipo defensor de título en la historia de la competición, quedando tercero en el grupo -tras Países Bajos y Chile- con esos 3 puntos. No obstante, no fue el primer combinado nacional que caía en la primera fase el año en que defendía título, pues a Brasil (1966), Francia (2002) e Italia (1950 y 2010) ya les había sucedido con anterioridad.